En realidad no hacia tanto tiempo que te conocia, ni nos conociamos tan a fondo como te conocian otras personas, pero eso no quita el hecho de que te tuviese un aprecio muy especial desde el primer dia.
No podia pasar una sola conversacion sin bromear contigo. Me dedicaba a vacilarte la mitad del tiempo por esa cabeza loca, esa sonrisa contagiosa y la cara de niña buena que tenias.
Siempre era una agradable sorpresa encontrarme contigo en el tren, saludarte cuando bajabas de el o un simple empujon y sacarte la lengua de fiesta. Porque tras ponerme esa cara de niña pequeña enfadada terminabas sacando esa sonrisa que a todos nos encantaba.
Te vamos a echar mucho de menos.
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