miércoles, 1 de junio de 2011

no es el mejor dia...

"De repente abrió los ojos, todavía doloridos, el derecho todavía lo tenía medio pegado cuando empezó a ver con algo de claridad la habitación donde se había despertado. Una mesilla con un cenicero lleno de colillas, dos vasos con algo de lo que parecía ser whisky dentro, la típica botella de Jack Daniels a la que solo le quedaba una etiqueta que había sido medio arrancada, el tapón no podía verlo, y no le extrañaba porque apenas quedaba un poco de licor dentro de la botella.
Se incorporó intentando mantener la cabeza en su sitio, y esto no era precisamente fácil, porque parecía que estuviese llena de clavos que a cada movimiento atravesaban su cráneo. Por fin consiguió abrir los ojos por completo. Lo primero que noto fue un fuerte olor a tabaco y sudor, y empezó a mirar a su alrededor intentado recordar la noche anterior.
Ni tan siquiera era capaz de recordar donde estaba. Todo a su alrededor parecía extraño y desconocido. Esa cama no era la suya, ni tampoco lo era la ropa que llevaba puesta. Empezó a mirar en la mesilla algo que le pudiese ser familiar y que le recordase algo de lo que había pasado.
Entre los vasos, paquetes de tabaco vacíos, librillos de papel de fumar, grinder, algún cogollo de marihuana y algún que otro resto de lo que parecía ser un intento fallido de hacer un porro, consiguió encontrar una cartera.
No consiguió reconocer la cara que encontró en el carnet de la cartera, ni tan siquiera fue capaz de verla con claridad, porque la luz que entraba por la ventana era demasiado fuerte y reflejaba la luz en sus ojos. Se levantó de la cama tambaleándose, intentando mantener el equilibrio, y sus tripas dentro de la boca. Se sentía como si hubiese estado toda la noche bebiendo purgadores estomacales. No recordaba haber sentido unas nauseas así  antes en su vida.
Mientras tropezaba con las sillas tiradas en el suelo, algún pantalón lleno de barro, zapatillas varias y lo que por su forma, parecía ser una bolsa de plástico con una cabeza de algo en su interior, consiguió llegar al baño. Encendió la luz, se miró al espejo, y no consiguió reconocer la cara que veía en él. Intento pensar en cuál era su nombre, de donde era, que edad tenia. Era incapaz de recordar nada, ni tan siquiera de entender que había pasado a su alrededor para que todo llegase a ese punto.
Se acercó al marco de la puerta para volver a ver la habitación donde estaba. Un viejo colchón, encima de un somier metálico. Las paredes parecían sacadas de Trainspotting, medio arrancadas, el papel estaba sacado a tirones, había manchas de las que prefería no saber la procedencia. Las cortinas que estaban abiertas tenían un color amarillento y estaban rotas, echas girones. En el cristal de la ventana se podían ver perfectamente las huellas de los que anteriormente estaban allí, eran como cuando borra el polvo con el dedo de un coche escribiendo “guarro, limpia el coche”. Y se podían ver unos barrotes en el exterior.
No sabía quién era ni donde estaba, pero tenía por seguro que aquel no era su cuarto y que no había llegado allí por su propia voluntad. Cuando intento abrir la puerta de la habitación un ruido seco, como el de un pájaro golpeando contra la ventana le detuvo.
Era una mala idea intentar salir de allí. No sabía dónde estaba, pero tampoco podía seguir mucho más en el interior de aquella habitación."
Termina hoy, ahora, esta noche.

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